Comparto una interesante reflexión de Domingo Méndez
publicada en su Blog EDUCACIÓN Y T.I.C. sobre el uso del teléfono móvil en el
contexto educativo.
sábado, 31 de enero de 2015
El móvil clandestino
Hoy en día es muy difícil encontrar a niños y adolescentes que
no dispongan de un teléfono con conexión a internet, eso que conocemos como
SmartPhone, se han convertido de un tiempo a esta parte en algo pegado ellos y se ha normalizado de tal
manera, que lo raro, lo anormal es encontrar a jóvenes que no hagan uso de
ellos en diferentes contextos y situaciones. Es una realidad que, nos guste mas
o menos, se impone y creo que no tiene vuelta atrás.
Se ha escrito y debatido mucho
sobre la idoneidad o no del uso de los móviles en los centros educativos
y hay posturas para todos los gustos, desde la prohibición más absoluta tanto
por parte de los centros como de las administraciones educativas, hasta una
permisividad mas o menos tolerada es una especie de acuerdo tácito para uso
racional de los mismo e incorporarlos a
los procesos educativos y es aquí precisamente donde está, desde mi punto de
vista, la mayor dificultad.
En un contexto educativo cerrado, mas propio de de otros
tiempos, en donde todo gira en torno a
libro de texto, las explicaciones del profesor, la realización de las
actividades del libro y posterior examen y en donde el alumno a lo mas que
puede aspirar es a repetir de la mejor manera posible todo lo que el libro y el profesor le
dicen, es muy complicado introducir los
móviles como herramientas de aprendizaje salvo en hechos puntuales meramente anecdóticos y
testimoniales.
En un contexto educativo abierto, en donde se favorece la
actividad significativa de los
alumnos, la creatividad y el trabajo
colaborativo, en donde se le da la oportunidad que investiguen, que busquen que descubran, que analicen, que elaboren,
que lleguen a conclusiones, que participen en su evaluación... en este contexto
educativo el móvil puede convertirse en una herramienta realmente importante e insustituible.
Un móvil es una cámara de fotos, una cámara de video, una
grabadora, una potente calculadora, un enorme enciclopedia, una enorme
biblioteca, una enorme videoteca, un procesador de textos, una potente
herramientas para comunicarse, elaborar contenidos en diferentes formatos y publicarlos y ademas de todo eso es un
teléfono, por lo tanto si todo esto no cabe en la escuela del siglo XXI es que
algo no estamos haciendo bien.
Creo que sinceramente que es un error prohibir el uso de los
móviles en los centros educativos, pero insisto, el móvil es una herramienta
del siglo XXI para alumnos del siglo XXI y que no se puede utilizar con
metodologías y procesos de evaluación de los años 70, en ese tipo de prácticas el móvil no cabe , está
de más, por lo tanto mas que prohibir
habría que hacer los cambios necesarios en los procesos de
enseñanza-aprendizaje para aprovechar todas las enormes ventajas educativas que
suponen el uso de estos.
Publicado por Domingo Méndez a las 19:36
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